jueves, 7 de agosto de 2008

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Una vez enzarzadas las pequeñas gotas de lluvia, acabará por reventarme el corazón en mil pedazos.

Y al llegar al suelo, parecen ser los trocitos de quimera los que rasgan las pestañas de las aceras, erosionando la calle, llevándose los vestigios hasta la alcantarilla más cercana.

Allí mismo donde se pudren todos los sueños.

5 comentarios:

  1. Bonito texto. Felicidades.

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  2. Andaaa, fijate a quien tenemos por aquí!!
    Al final todos hemos caído...

    Te añado ya a mis links, para seguirte también por aquí, bonita.

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  3. Las gotas de lluvia son balas en contra del cemento, de las farolas, de Mentira. Y la alcantarilla se lo lleva todo.

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  4. Anda va!:)
    Te agrego,raudamente!
    La oveja descarriada amplia sus fronteras!

    Mua*

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  5. Me gusta tu forma de decir las cosas. Pareces muy interesante;) Un saludo

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Hola. Queria saber si querría participar en un simulacro de violencia entre peces.